29 diciembre 2011
26 diciembre 2011
Indiana Coder y el proyecto maldito
Estás peleando para firmar ese contrato tan magnífico que salvaría tu empresa durante un año. Tu cliente es un una persona arriesgada, con espíritu casi suicida, te gusta, y se ha empeñado en usar unas cuantas tecnologías nuevas, de las que es posible que no exista mucha documentación técnica, pero estos nuevos avances son el alma del nuevo desarrollo. Incluso te pide una aplicación para Android, algo que llevas tiempo queriendo hincar el diente, pero de lo que no tienes ni idea, y también quiere usar RFID, con sus arcos de UHF, tecnología no unificada todavía, y mil cosas más que te hacen temblar de emoción friki, y un poco de miedo.
En otras situaciones de la vida la lectura sería distinta. Nunca te montarías en una montaña rusa acabada de construir, ni comerías de algo que no sabes lo que es, pero aceptas el reto y, contra todo pronóstico, te embarga una felicidad que no es explicable de una forma sensata: “Te has comprometido en hacer cosas que no conoces, en un tiempo estipulado y teniendo que dar confianza desde el minuto cero”. Nos hemos consagrado, nos ponemos el sombrero y las botas polvorientas, cogemos el látigo y pedimos que nos abran paso: somos Indiana Coder.
La valoración de tiempo
¿Cómo se enfrenta uno a la situación de ponderar lo desconocido? Esta tarea se le conoce como “salto de fe“ y no te lo comes tú sólo. Lo peor es que el resto del equipo está encantado de formar parte de la misión suicida ¡Valiente banda de frikis! Vais planificando los módulos, más a ojo que nunca, y la única defensa que se puede poner es usar un buen colchón de horas por lo que pueda pasar. Literalmente es imposible hacerlo bien porque no se puede valorar lo que se desconoce.
Adicionalmente, tu gerente estará ojo avizor a las desviaciones que se puedan producir, y es que dormir con el “enemigo“ nunca ha sido buena idea. Si fuiste sincero te comprenderá aunque sea un poquito y es posible que sea benevolente con los errores. En cualquier caso es tu responsabilidad y debes aceptar el reto con honor. Comienza la fiesta.
La formación
Está claro que tendrás que estudiar un montón. Y estudiar no basta porque necesitas experiencia. Esa aplicación de Android que has valorado en dos semanas no tendrá marcha atrás cuando hayas comprometido más de la mitad del tiempo por lo que más te vale hacerlo bien. Lo ideal sería una formación reglada, en un curso que sea bueno, pero no hay tiempo para ello. Así que te buscas tutoriales (made in youtube) y, en el mejor de los casos, un par de libros para ponerte al día en la faena.
Mientras dura esta autoformación pasarás por un montón de fases emocionales distintas, empezando con una ilusión casi infantil, avanzando hacia la desesperanza y terminando, idealmente, por la satisfacción, no sin antes pasar por el arrepentimiento, el miedo y la envidia de los que tienen trabajos más fáciles y definidos.
El día a día
Si has elegido alguna metodología “Agile” esta puede convertirse en tu gran aliada. Ese product backlog de Scrum vale su peso en oro, y podrás ir eligiendo la dirección en la que debe avanzar el proyecto según vayas viendo la evolución de esos cabos sueltos. Si se atasca alguna parte podrás avanzar en otras, no tendrás a nadie con el Gantt molestando porque “el rastifjliador de fluzones debió terminarse hace dos semanas para poder empezar la recomplexador de raticulines“.
Y si te toca un cliente humano podrás, incluso, renegociar distintas salidas a callejones que te encuentres sin salida. En caso contrario tocará llamar a la puerta del $BOSS y pedirle que interceda, con tu consiguiente desgaste de confianza y pérdida de puntos de experiencia. Te va a costar subir de nivel, pequeño bardo …
El resultado
Cuando terminan estos proyectos, si todo ha ido bien, dan ganas de celebrarlo como si fuera una Champions o un mundial. De uno de los peores escenarios imaginables se ha conseguido sacar un éxito épico y rotundo. Si la cosa no ha ido bien, al menos se habrán aprendido unas pocas tecnologías nuevas y se habrá adquirido experiencia extrema a base de palos, pero experiencia al fin y al cabo.
Y antes de que te de tiempo a descansar, ya tendrás que volver a empezar. Si algo tiene nuestra profesión es que no tenemos calendario ni existen los feriados largos. Y pensar que ahora en verano lo que te vende la publicidad son tus vacaciones soñadas. Sólo queda responderles: “May the BOFH be with you, pendejos“.
Fuente: Genbeta.com
21 diciembre 2011
Instalar el JDK en Windows 7
Antes de empezar necesitamos descargar el Java Development Kit o mejor conocido como el Java JDK desde la página de Java o mejor dicho de la página de Sun.
Una vez descargado dicho archivo, le damos doble clic para que empiece la instalación del mismo. Y nos aparecerá una pantalla como esta:
Si queremos cambiar la carpeta de instalación le podemos dar clic en Change… e instalarla donde quiera. Nota: La carpeta por defecto trae puntos (.) y guiones, de preferencia eliminar estos simbolos y los espacios. Después le damos Next.
Empezará la instalación del Java JDK y tendremos que esperar unos minutos, dependiendo del rendimiento de tu equipo de computo.
Al terminar la instalación del Java JDK, nos pedirá la carpeta de destino donde se tiene que instalar el JRE de Java, este es importante instalarlo, para que se ejecuten los programas hecho en Java. Damos Clic en Next >.
Empezará la instalación de Java JRE y dependerá del funcionamiento de nuestro equipo, cuanto dure esta instalación, por lo general dura unos pocos minutos.
Una vez que haya terminado la instalación del Java JRE, le daremos clic en Finish y terminará la instalación de Java JDK y Java JRE.
Todavía aquí no termina esto, si no que hay que configurar las variables de entorno para que podamos “compilar” desde la Consola de Comandos de Windows 7.
Damos Clic Derecho a Mi PC y nos vamos a Propiedades. Y nos aparecerá una ventana donde aparece la información de nuestro sistema, Damos clic en Configuración Avanzada del Sistema, que se encuentra a la izquierda. Y nos debe de aparecer una ventana como esta:
Nos vamos a la pestaña de Opciones Avanzadas y damos clic en Variables de Entorno
Buscamos en las Variables del sistema, la variable llamada Path y le damos clic en Editar
Se abrirá una nueva ventana y le agregamos esto: ;C:\Program Files\Java\jdk1.6.0_18\bin si es que dejamos la ruta por default del instalador, si lo metiste en otra carpeta, deberás poner la dirección donde se encuentra instalado el JDK. Y damos Clic en Aceptar.
Después ahi mismo en Variables del Sistema, crearemos una nueva variable llamada Classpath y tendrá la dirección de nuestro src.zip en este caso sería esta: ;C:\Program Files\Java\jdk1.6.0_18\src.zip y le damos clic en Aceptar.
Le damos Clic en Aceptar en Variables de Entorno y en la Ventana de Opciones Avanzadas.
Ahora nos iremos a la Consola de Comandos de Windows 7, o al famoso CMD, una vez abierto escribimos javac y deberá mostrar este contenido.
Y si se muestra esto, quedó instalado el Java JDK en nuestro sistema de Windows 7, y podemos crear los programas y compilarlos desde la consola de comandos. O lo que es mejor, instalar un IDE como Netbeans.
Danza Sarge - IX Concurso de Danzas Instituto Hipolito Unanue 2011
Cuarto Semestre Seccion Q - Danza Sarge
Esta danza fue presentada con motivo del IX Concurso de Danzas: Integración del pueblo Peruano a través del folklore, organizado por el Instituto Superior Tecnologico "Hipolito Unanue", por, principalmente, los alumnos del cuarto semestre seccion Q de la carrera de computacion e informática.
Sarge o Sarqhi .- Probablemente el nombre de esta Danza provenga del apocope "SARGE" de la palabra Sargento y que artísticamente provenga de otro cargo andino que data del Pre-Incario. Esta Danza se ejecuta en el Distrito de Checacupe, Provincia de Canchis, Departamento del Cusco, Perú. En esta Danza los varones calzan unas máscaras de lana blanca y portan unas banderas blancas remarcando notoriamente el rito del Chuyay, del Pukllay.